En materia de sostenibilidad ambiental, con un importante trabajo a nivel territorial. De esta manera, se contribuyó con el cumplimiento del marco de transparencia del Acuerdo de París mejorando la plataforma de recolección y análisis de información “Sistema Nacional de Métricas de Cambio Climático” (SINAMECC), incluyendo capacitaciones a diversos actores sobre su uso que permite rastrear el progreso de la política nacional de cambio climático y tomar decisiones basadas en datos, al tiempo que se facilita el cumplimiento de las obligaciones de reporte del Convenio Marco de ONU para el Cambio Climático.

Se desarrolló y reforzó el Sistema Nacional de Información para la Gestión Integrada del Recurso Hídrico (SINIGIRH) y el Sistema de Monitoreo de Acuíferos en Tiempo Real (SIMASTIR), que permiten gestionar y administrar los recursos hídricos superficiales y subterráneos de forma más equitativa, considerando a las poblaciones más vulnerables. Se han equipado 59 pozos para que puedan ser monitoreados por medio del SIMASTIR.

Se aseguró el uso de datos desagregados por género e información sobre la afectación del cambio climático a la sociedad con un análisis de género. Se publicó el estudio sobre la agricultura sostenible en el contexto de la pandemia por COVID-19; y se impulsó la Encuesta Nacional de Cambio Climático (ENCC) 2021,con información actualizada sobre percepción ciudadana respecto al cambio climático.

Se logró la creación o transformación de 17 Planes de Adaptación Territorial en el marco del proyecto “Plan-A: Territorios Resilientes ante el Cambio Climático”. En la misma línea, se elaboraron estudios de vulnerabilidad y mapas de riesgo climático con perspectiva de género e inclusión social, que contribuye a la comprensión de la vulnerabilidad climática para orientar la planificación, el ordenamiento territorial y otras decisiones a nivel local en 10 cantones en situación de vulnerabilidad. Asimismo, se estimuló la propuesta de 2 modelos temáticos de gestión adaptativa del paisaje productivo y de los sistemas alimentarios al cambio climático.

En el 2021 se concretaron seis normas técnicas nacionales que contemplan los aspectos mínimos necesarios en desempeño y seguridad en los sistemas de refrigeración y climatización para un correcto uso, y se impulsaron capacitaciones dirigidas a estudiantes, profesores y técnicos, sobre la importación, exportación y eliminación sostenible de sustancias refrigerantes que agotan la capa de ozono (SAO). De la misma forma, se impulsó la Estrategia Nacional de Distritos en Frío para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de efecto invernadero. Es así como se catalizó, mediante la alianza público-privada con Holcim, la destrucción de gases refrigerantes no reutilizables, logrando que en menos de 5 años se haya logrado reducir en cerca de 9 toneladas las SAO; es decir, se ha evitado la emisión de cerca de 20 340 toneladas de CO2 a la atmósfera en los últimos años.

Se continuó el acompañamiento del portafolio de Soluciones Financieras para reducir la brecha de financiamiento para la Biodiversidad, compuesto por una serie de programas para la sostenibilidad ambiental. Este portafolio tiene como ejes centrales la igualdad de género y la inclusión social, y contribuye a las estrategias de recuperación económica frente a los impactos socioeconómicos de la COVID-19.

Se apoyaron diálogos intergeneracionales a nivel centroamericano sobre el manejo integrado del recurso hídrico, en colaboración con redes de jóvenes. Asimismo, se lanzó la metodología “Conversaciones Climáticas”, que es un mecanismo que permitirá a cualquier persona, de cualquier grupo en cualquier sitio del país, iniciar con sus pares y redes un diálogo amigable y comprensible sobre la crisis climática y formas de sumarse a la acción climática.